BNV-Mar'2021.Jugar con video-juegos violentos: ¿es perjudicial o no?

Este tema es un "clásico" de los debates que la opinión pública y los científicos (sociales y otros) tenemos cuando hablamos de las causas de la violencia. Está muy extendida la idea que los comportamientos violentos se aprenden en la infancia-adolescencia. También está muy compartida la evidencia de que se usan con mayor intensidad estos juegos digitales en ese período del desarrollo personal. Esta combinación está en el centro de este debate. Si los niños-adolescentes juegan mucho con video-juegos violentos entonces la probabilidad de que se comporten violentamente, en el presente y en el futuro,  es muy elevada. Luego la relación entre aquella actividad (uso/abuso de los video-juegos violentos) y la violencia es positiva y relevante. Por tanto si no se actúa preventivamente en esa edad - por medio del control de esta actividad - las consecuencias serán un aumento de la violencia en el futuro. 

La consideración anterior, que está muy extendida, se ha utilizado recientemente en la descripción de los problemas derivados del confinamiento en la pandemia (en la que el uso/abuso de los videojuegos a aumentado) e incluso se ha generalizado al tema del uso/abuso de la pornografía y la violencia sexual.


Incremento de uso del videojuego "Call of Duty" en los meses de confinamiento por pandemia en USA (2021) (Datos de Statista, 2021)

Hay una larga lista de teorías que proponen mecanismos por los que jugar a estos videojuegos puede provocar la aparición de comportamientos violentos. Mecanismos como el modelamiento, el cambio de los procesos cognitivos y la adquisición de "scripts" de conducta violenta, el endurecimiento emocional, etc.. se han propuesto para justificar una evidencia que empíricamente sostiene esta relación positiva y significativa.

Hace unos días se ha publicado un monográfico de la prestigiosa revista "Cyberpsychology, Behavior and Social Networking" en que se trata a fondo este tema y sus consecuencias con el objetivo de poner un punto y seguido en los debates que a lo largo de estos últimos 50 años, se han producido en torno a los perjuicios derivados de esta actividad. A lo largo de 10 interesantes artículos, uno de ellos realizado en la Universidad Jaume I de Castellón (por el equipo del Dr. Ortet) se presentan muchas evidencias interesantes y que, en cierto modo se resumen el último trabajo, escrito por un reconocido autor norteamericano experto en este campo, el Dr. Fergusson. 

Dos párrafos del artículo de Fergusson (et al- 2021) para resumir las evidencias y sus aportaciones:

"En una docena de estudios prerregistrados... casi todos han producido resultados nulos con solo una única excepción."

"Durante casi cuatro décadas, se ha especulado sobre el impacto potencial de los videojuegos violentos en la salud mental de los usuarios (especialmente niños/adolescentes). Este estudio, así como muchos otros estudios recientes, sugieren que el impacto dañino de tales juegos sobre el bienestar de los jóvenes pueden haber sido muy exagerados. "