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Violencia de género en España y Factfulness

(Publicado originalmente por el autor en el Blog de Roberto Colom)


Violencia de género en España y ‘Factfulness’ (por Antonio Andrés Pueyo)

Actualmente, en España, el problema de la violencia contra la mujer es muchas cosas a la vez.
Es un problema real, individual y social, que afecta gravemente a los derechos, la calidad de vida, el bienestar y la salud de las mujeres y de su entorno.
Este tipo de violencia alcanza el máximo grado de gravedad cuando nos referimos a los feminicidios, aunque este tipo de violencia no es el único ni el más frecuente en el ámbito de la violencia de género.
También es un campo de activismo político con debates muy intensos.
Un ámbito de actuación profesional especializado y un terreno legislativo y gubernamental que fundamenta la actuación de numerosos agentes sociales.
Asimismo, la lucha contra las diferentes formas de violencia contra la mujer moviliza recursos diversos (policiales, judiciales, sanitarios, laborales, educativos, etc..) con enormes costes económicos.
Todas esas realidades conviven y son muy importantes en la realidad cotidiana en España (solo hace falta revisar los medios de comunicación diarios de cualquier formato), especialmente desde 2004 en que el Parlamento aprobó la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
El problema de la violencia de género contra la mujer, como todos los problemas sociales, es complejo y de muy difícil solución. Además, por su naturaleza, la solución que se espera siempre será más lenta de lo que se quiere y, por ello, esta siendo objeto de gran escrutinio. Entre las razones de dicho escrutinio destacan el deseo compartido de acabar con ella, la diversidad y cantidad de profesionales trabajando para encontrar esa solución y una enorme inversión, también económica, que conviene atender en términos de eficacia.
Es en este último aspecto donde las discusiones son mas intensas y controvertidas. Mientras que para unos los recursos que se destinan son más que suficientes (demasiados y se malgastan) para otros es todo lo contrario.
Pero lo más importante ahora es que del fenómeno de la violencia de género en sí mismo sabemos mucho, incomparablemente mucho más, que hace tan solo 20 años. Disponemos de numerosas y variadas informaciones provenientes de los recursos asistenciales, jurídicos, sanitarios, policiales, etc. que se prestan a las mujeres y las familias, y también de mucha información cuantitativa rigurosa como son las encuestas específicas (macro-encuesta, informes múltiples de órganos distintos…), los análisis de sentencias, los estudios epidemiológicos a nivel de denuncias policiales, estudios clínicos, criminológicos, etc. Numerosos estudios y análisis de la situación actualizan constantemente esta información. Y, a pesar de ello, siguen las fuertes discrepancias en el panorama de la lucha contra la violencia contra la mujer o de género en España.
¿Por qué hay esas discusiones y falta de convergencia en, al menos, reconocer cuáles son los hechos básicos de ese fenómeno?
Para contestar a esta pregunta voy a utilizar las recomendaciones que el Dr. Rosling, epidemiólogo sueco recientemente fallecido, hace en su libro ‘Factfulness’ y que creo son excepcionalmente adecuadas para ello.
FactFulness
FACTFULNESS (diez razones por las que es errónea nuestra concepción del mundo en el que vivimos)
En el libro de este experto se describen los errores y sesgos que los observadores tienen cuando analizan, a partir de datos cuantitativos, la pobreza y el bienestar a nivel mundial.
¿En qué se parecen estos fenómenos a la violencia contra la mujer?
Esencialmente en que son fenómenos complejos, dinámicos y cambiantes. También en que son fenómenos parcialmente ocultos y difíciles de describir con precisión, aunque las razones de estas apreciaciones no sean las mismas en la pobreza o bienestar que en la violencia de género. Lo que presentaré a continuación es un ejercicio basado en la analogía.
Los fenómenos sociales son complejos, multicausales y dinámicos. Por eso, según los expertos, nunca podremos llegar a conocerlos de forma exhaustiva y definitiva, sino estimar sus características y realidades más o menos temporales. Para ello disponemos de potentes herramientas que agrupamos bajo la etiqueta “epidemiología”, en un sentido metodológico que va más allá de la salud publica.
Ese libro se ocupa de denunciar que incluso los expertos en un fenómeno social (salud pública, mortalidad infantil, distribución de la riqueza, etc..) se equivocan porque interpretan las informaciones básicas (muchas de origen cuantitativo) de un modo sesgado. El resultado son conclusiones erróneas. Además, esos sesgos influyen negativamente sobre las intervenciones sociales que esos expertos proponen (a veces de forma intermediada por políticos y gestores de programas de intervención social).
He leído con gran interés – y no me ha decepcionado nada – ese libro de Hans Rosling, Ola Rosling y Anna Rosling (2018). Es un súper ventas de no ficción que recomiendo con entusiasmo. Su lectura es increíblemente sencilla y clarificadora. En este post presentaré frases, vinculadas a los capítulos de la obra, que recogen las ideas básicas. Posteriormente haré un ejercicio sobre el impacto de esas propuestas en relación con el debate sobre la violencia de género en España. Será esquemático, pero espero que sugerente.
Seleccionaré las frases/comentarios que más me han impactado y que quiero destacar. Hago esa elección a partir de mi formación y de mi ocupación, la Psicología. Aunque la realidad a la que se aplica mayoritariamente el libro es la salud publica y el desarrollo social, sus aportaciones pueden aplicarse a los modos en que los psicólogos conocemos la realidad de cualquier fenómeno psicológico, especialmente aquellos de mayor dimensión social e interpersonal.
Sesgos
CARACTERIZACIÓN DE LOS INSTINTOS (O SESGOS)
El libro explora 10 instintos que determinan la forma de pensar de los humanos y que afectan a la forma en que interpretan la realidad de cualquier fenómeno social.
La palabra ‘instinto’ no me gusta y prefiero evitarla. De hecho, llama ‘instintos’ a lo que técnicamente hoy los psicólogos calificaríamos de ‘sesgos cognitivos’. Esos sesgos se refieren a automatismos (de ahí quizás el término instinto elegido por el autor) del pensamiento de los humanos. Al referirse a instintos el autor, en mi opinión, quiere destacar tres aspectos de esos mecanismos mentales universales:
1.- No se aprenden (muy relevante).
2.- Sirven para dar respuestas complejas adaptativas (en clave de especie y de evolución).
3.- Se activan y funcionan “automáticamente” (sin darnos cuenta, ni responder a una voluntad consciente).
Esos sesgos cognitivos acaban dando lugar a un “mindset” (o marco mental) sobre el fenómeno analizado (la salud, la distribución de la riqueza, etc..) que nos guía en la detección, búsqueda y análisis de las percepciones que facilitan tener un conocimiento del objeto que analizamos, y que son el asiento de las decisiones que tomamos cuando son requeridas.
El “mindset” es una forma de representarse internamente un fenómeno determinado, que permite, por ejemplo, encontrar explicaciones y hacer predicciones sobre ese fenómeno. Un “mindset” de, por ejemplo, la infancia, la educación o de la delincuencia, ayuda a comprender lo que es, y a averiguar por qué pasan las cosas que pasan en la infancia, la educación o el crimen. Ese “mindset” se fundamenta en informaciones, conocimientos y modos distintos de procesar la evidencia disponible.
Entre los legos el “mindset” puede ser muy erróneo porque (a) las informaciones precisas de un fenómeno generalmente son escasas y poco actualizadas y, además, (b) son filtradas por los sesgos cognitivos.
Es difícilmente comprensible que los expertos caigan en ese mismo tipo de errores porque disponen de información de calidad, abundante y actualizada. Los expertos disponen de técnicas que permiten evitar los sesgos, por lo que deberían ser capaces de tomar mejores decisiones que los legos – frente a los problemas en que precisamente son expertos – y contribuir a mejorar actuaciones y predicciones.
Dice Rosling que tenemos 10 “sesgos” que nos confunden a la hora de apreciar la realidad tal y como es. Basa su análisis en su experiencia como médico dedicado a la Salud Pública, como epidemiólogo y sobre todo como conferenciante ante foros muy diversos (desde estudiantes universitarios hasta grandes políticos y financieros, pasando por grupos variados de personas). Además, en el libro encontramos el marco “intelectual” del autor, que él mismo menciona haciendo referencia a los libros destacados de pensadores como D. Kahneman, D. Ariely, S. Pinker, Travis y Aronson, Walter Mischel, Tetlock y Gardner o J. Gottschall, J. Haidt y Gilovich,T.
Destaquemos algunas frases que aparecen en los capítulos del libro y que representan la esencia de esos sesgos.
Polarizacion
LOS 10 SESGOS
El capítulo 1 considera la tendencia humana de pensar dividiendo todo en dos grupos (instinto de separación). Su mensaje se resume en esta frase: “Nos encanta dicotomizar”. Escribe el autor:
Los seres humanos tienen un poderoso instinto dramático hacia el pensamiento binario, una necesidad básica de dividir las cosas en dos grupos diferenciados.
El capítulo 2 se dedica a reflexionar sobre el pesimismo como modo de enfrentar el futuro (instinto de negatividad):
“Nunca confío en los datos al cien por cien y tú tampoco deberías hacerlo. Siempre hay algo de incertidumbre.”
El capítulo 3 trata de cómo los humanos interpretamos el proceso evolutivo de los fenómenos que analizamos. Llama “instinto de la línea recta” al sesgo cognitivo según el cual entendemos que las cosas evolucionan en línea recta, que aumentan o disminuyen de forma lineal. Sin embargo,“las cosas son cuestión de dosis”. Todo es cambiante, incluso la forma de las funciones futuras de los fenómenos que se anticipan.
El capitulo 4 revisa las emociones asociadas al futuro y cómo condicionan los juicios cognitivos. Habla del “instinto del miedo”, que no deja de ser uno de los más potentes sesgos cognitivos que afectan a cómo tomamos decisiones sobre lo que puede suceder. La frase que mejor representa este sesgo es:
“Las cosas pueden ir mal y estar mejorando. Pueden ser mejores que antes, pero ser todavía malas”
Para mí es ésta una de las ideas centrales por sus consecuencias sobre la intervención social. Escribe el autor:
La tendencia general a una menor violencia no es simplemente una mejora mas. Es la tendencia más bella que existe. La generalización de la paz durante las ultimas décadas ha posibilitado el resto de los avances sociales de los que hemos sido testigos. Tenemos que cuidar este frágil regalo si esperamos lograr el resto de nuestros nobles objetivos, como la colaboración en pos de un futuro sostenible. Sin paz mundial, olvídate de cualquier otro avance”.
El capitulo 5 se ocupa de analizar cómo interpretamos la magnitud de las cosas. Se trata del “instinto del tamaño”. La frase que he escogido es:
“El mundo no puede entenderse sin cifras, pero tampoco puede entenderse solamente con cifras”.
Y añade:
Evita las cifras aisladas si no quieres realizar juicios erróneos (…) Nunca dejes una cifra en soledad. Nunca creas que una cifra puede ser significativa por sí misma. Si te presentan una cifra, pide siempre, como mínimo, otra más. Algo con la cual compararla”.
Estas afirmaciones son de una importancia capital al analizar un fenómeno a partir de informaciones numéricas.
Generalización
El capitulo 6 se enfrenta a otra de las tendencias que el autor considera producen un efecto muy negativo en los juicios de los observadores y que hace referencia a la tendencia a generalizar. Corresponde al instinto de la generalización. Aquí selecciono esta frase contundente:
“Las generalizaciones erróneas son bloqueadores mentales para todo tipo de razonamiento”.
Y añade:
El instinto de separación divide el mundo en ‘nosotros’ y ‘ellos’ y el instinto de generalización hace que ‘nosotros’ pensemos que todos ‘ellos’ son iguales.
Para comprender mejor el efecto de este sesgo describe unas recomendaciones e indica:
Te resultará útil asumir que tus categorías siempre son engañosas. Aquí tienes cinco maneras poderosas de cuestionarte tus categorías favoritas:
1.- Busca diferencias dentro de los grupos y busca similitudes entre los grupos
2.- Ten cuidado con la “mayoría”
3.- Ten cuidado con los ejemplos excepcionales
4.- Asume que no eres “normal”
5.- Ten cuidado con generalizar de un grupo a otro.
El capítulo 7 habla del determinismo, que identifica con el instinto del destino. La frase más contundente, la que recoge el sesgo que introduce este mecanismo es ésta:
“No confundas un cambio lento con la ausencia de cambio”.
Afirma que “las culturas, las naciones, las religiones y las personas no son rocas. Son objeto de constante transformación”. Es importante atender a este sesgo porque los fenómenos sociales son muy cambiantes, aunque los ritmos del cambio son variables.
El capítulo 8 considera las causas de los fenómenos sociales y la tendencia a identificar una (y aparentemente única) causa. Le llama instinto de la perspectiva única. Elijo esta frase:
“Prácticamente todos los activistas con los que me he topado, tanto de manera deliberada, como más habitualmente sin saberlo, exageran el problema que les ocupa.
Mi elección puede parecer paradójica, pero el capitulo añade más elementos de reflexión y concluye diciendo que, aunque se reconoce que los fenómenos sociales son multicausales, este sesgo hace que predomine la idea de la causa única para la que debe buscarse “la” solución.
Peter Lorre in
El capítulo 9 se atreve con un tema muy importante en la interpretación de los hechos sociales. Esta reflexión hace referencia al tema de “quién” provoca los fenómenos. Le llama instinto de culpa. Aquí no he podido escoger una frase sencilla o breve. La mejor, de hecho, es un párrafo:
“Al parecer, decidir que cuando las cosas van mal tiene que ser por culpa de alguna mala persona, con malas intenciones, es algo muy natural. Nos gusta creer que las cosas suceden porque alguien ha querido que así sea, que los individuos tienen poder y agencia: de lo contrario, el mundo parece impredecible, confuso y aterrador”.
Llegamos así al último capítulo, el 10, donde se exploran las prisas en la toma de decisiones, que el autor etiqueta como el instinto de la urgencia. La mejor frase es:
“Cuando un problema parece urgente, lo primero que hay que hacer no es gritar que viene el lobo, sino organizar los datos”.
En este capítulo se encuentran declaraciones tan interesantes como:
Cuando estamos asustados, presionados por el tiempo y planteándonos los peores escenarios posibles, tendemos a tomar decisiones realmente estúpidas. Nuestra capacidad de pensar de manera analítica puede verse superada por la necesidad de tomar decisiones rápidas y actuar inmediatamente”.
Y añade:
Si no puedes controlar los avances, no sabes si tus acciones funcionan”.
Esta afirmación debería aplicarse siempre al revisar las intervenciones sociales.
VIOGEN
FACTFULNESS & VIOLENCIA DE GÉNERO
Aplicaré ahora esos sesgos al análisis de la realidad de la violencia de género (contra la mujer/pareja) en nuestro entorno social, cultural y político.
Someteré al escrutinio de estos sesgos algunas afirmaciones frecuentes y comunes, que tienen un lugar preeminente en el discurso público – de expertos – sobre la violencia de género. Las conclusiones no pretender evidenciar los sesgos interpretativos de los autores de las afirmaciones (a menudo asumidas colectivamente) sino acercarnos a la realidad, más o menos objetiva, de la violencia de género en la España de los años recientes.
El ejercicio que propongo conlleva aplicar estas “leyes” al problema de la Violencia de Género en España y a cómo lo vemos. Primero pondremos la “creencia” dominante (o el mensaje mayoritario y políticamente correcto) y después los sesgos que describe ‘Factfulness’ revisados anteriormente.
Primera creencia dominante:
En el tema de la violencia de género hay dos grupos de personas: los agresores, que son siempre los hombres, y las víctimas, que son siempre las mujeres.
Primera ley: “nos encanta dicotomizar” (instinto de separación)
Segunda creencia dominante:
La tasa de feminicidios es insoportablemente alta y no cesa. Solo hay que mirar la serie anual de feminicidios que han sucedido en España desde que hay registros de este tipo de crimen.
Segunda ley: “nunca confíes en los datos al cien por cien” (instinto de negatividad)
Tercera creencia dominante:
La violencia de género no cesa de aumentar de forma permanente, tal y como lo demuestran las encuestas, las denuncias y las sentencias judiciales referidas a este tipo de delito.
Tercera ley: “las cosas son cuestión de dosis” (instinto de línea recta)
Cuarta creencia dominante:
A pesar de las leyes, las campañas de prevención y otras muchas acciones para combatir la violencia de género, las cosas van mal y no se consigue eliminar este tipo de violencia en nuestra sociedad.
Cuarta ley: “las cosas pueden ir mal y estar mejorando” (instinto del miedo)
Quinta creencia dominante:
El numero de mujeres asesinadas en España desde 2013 es de más de 1000.
Quinta ley: “evita las cifras aisladas sino quieres realizar juicios erróneos” (instinto del tamaño)
Sexta creencia dominante:
La violencia de género siempre es igual, no importa si es física, sexual o psicológica, produce los mismos daños y tiene las mismas causas.
Sexta ley: “las categorías siempre son engañosas” (instinto de la generalización)
Séptima creencia dominante:
No parece que ninguna medida de prevención y lucha contra la violencia de género tenga efectos reales e identificables: las cosas en este terreno de intervención no van bien, no eliminan la violencia de género.
Séptima ley: “no confundas cambio lento con ausencia de cambio” (instinto del destino)
Octava creencia dominante:
La razón de la violencia de género es el machismo, la actitud de los hombres que se han educado y desarrollado en una sociedad patriarcal dominada por los hombres.
Octava ley: “la causa única es…” (instinto de la perspectiva única)
Novena creencia dominante:
El gobierno no aplica las leyes, ni destina los recursos necesarios para acabar con la violencia de género.
Novena ley: “cuando las cosas van mal, es por culpa de alguna mala persona” (instinto de culpa)
Décima creencia dominante:
Hay que revisar las leyes y formular nuevas medidas, urgentes, para atajar la violencia de género y hacerlo cuanto antes.
Décima ley: “Cuando un problema parece urgente, lo primero que hay que hacer no es gritar que viene el lobo, sino organizar los datos” (instinto de la urgencia)
Propongo al lector que aplique este esquema al análisis de cualquier fenómeno social o interpersonal que le interese y verá como le ayuda ha hacerse un “mindset” más realista del fenómeno.
Evite esos 10 sesgos cognitivos, los instintos que Rossling describe en su libro. Le ayudará a tener una imagen mas cercana y dinámica que la realidad del fenómeno que analiza.
Conocer la realidad de las cosas sigue siendo uno de los retos más apasionantes tanto para la ciencia como para la sociedad.
Es igual si hablamos de la naturaleza de la luz, de la ecología o del hambre.
Cualquier fenómeno se resiste a ofrecernos, generosamente, una imagen realista, objetiva y fiable.
El único modo de alcanzar ese conocimiento es aplicar los recursos mentales de los humanos y, a poder ser, el método científico.