Intolerancia con el delito, atención al delincuente



¿Quién dice que lo racional no emociona?. Estos dos elementos se llevan presentando como antitéticos desde que Goleman publicase su libro "Inteligencia Emocional" (1995) y Damascio su "El error de Descartes" (1999). Ambos éxitos han confundido a muchos académicos, profesionales y desde luego a la opinión pública acerca de la dicotomía "racional-emocional" defendiendo la primacía de las emociones. Las "cosas" sociales y humanas se deben analizar racionalmente aunque muchas de ellas nos impacten emocionalmente, porque sino el conocimiento que se genera sobre ellas es inadecuado y las decisiones que se toman para aplicarlas erróneas. Esto es lo que pasa cuando analizamos la violencia, la delincuencia y la criminalidad.

Nadie queda "frio" antes sucesos como los asesinatos de pareja, los graves incidentes de violencia juvenil en contextos de ocio nocturno, los malostratos familiares o los atentados terroristas. Aún un simple tirón a un turista despistado nos desagrada e irrita.
La delincuencia, a pesar de que acompaña a la sociedad humana desde sus orígenes, sigue siendo un problema persistente. ¿Que hacer para reducir la criminalidad?. Parece ser que hoy solo nos queda un camino: mayor control, seguridad y aumento de las penas y los castigos. Sin embargo la Criminologia científica nos dice que no es un buen camino y, además, muchos nos sentimos mál observando esta deriva punitiva moderna.
Acaba de salir al mercado editorial un libro sobre como la sociedad actual trata la delincuencia y la conducta antisocial, desde los hechos más violentos y graves como los asesinatos de pareja o las agresiones sexuales hasta las infracciones más leves, como fumar en un lugar público. Este libro lo ha escrito Santiago Redondo y se titula "In-tolerancia Cero" y se subtitula "Un mundo con menos normas, controles y sanciones también sería posible (y quizás nos gustaría más)" (Barcelona, 2009. Sello editorial). Este libro analiza la tendencia actual a agravar las penas y el control sobre los delincuentes. Se ocupa de recordar las dos soluciones más frecuentes de este problema: la socialización y el castigo. Compara ambas propuestas y su dificil convicencia en la historia. Analiza diferentes problemas antisociales, todos ellos de gran eco publico: la violencia adolescente, el terrorismo, la violéncia de género, el auge de las normativas, prohibiciones y controles de seguridad, la venganza, la carcel y la rehabilitación. A partir de la realidad penal española evidencia la contradicción entre el descenso-estabilidad de la delincuencia y el incremento de las medidas penales y de seguridad. Entre racional y añorante de unas actitudes sociales que se han desvanecido, Redondo recuerda que es mejor la prevención y la socialización (en una palabra la ayuda social) que el castigo. Dice el autor que esta solución última (desgraciadamente muy en auge) es: anti-económica, poco humanitaria, retrógrada y, además, está en contra de las evidencias de la Criminologia moderna.

El libro de Santiaqgo Redondo es agudo, analítico, culto, divertido y atrevido. Analiza con "pasión" la realidad social y política actual del control social desde el más riguroso racionalismo. Lo hace de forma analítica y atendiendo al conocimiento científico de la Criminologia de los últimos 20 años. Es un libro racional pero tambien emociona.