El diagnóstico forense de la Psicopatía y la gravedad de la sentencia.
En
Febrero de 2011 en la IV edición del “Curso de Evaluación del riesgo de
Violencia”, que se realiza anualmente por el GEAV en el IL3 (Instituto de Formación Continuada
de la Universidad de Barcelona: www.ub.edu/geav),
uno de los ponentes, el Dr. J. Edens, de la Universidad de Texas & AM, que es uno de los psicólogos más reconocidos
en la utilización forense de la PCL-R y por tanto del diagnóstico de Psicopatía,
nos sorprendió a todos al decirnos que en los EEUU se ha consolidado la idea –aparentemente contraintuitiva - de que el diagnóstico
de psicopatía de un acusado “empeoraba” la sentencia aplicada por los jueces en
caso de declararlo culpable. Es decir que si se diagnostica la presencia de
psicopatía en el acusado no solo no se le aplicaba ningún eximente o atenuante
(por analogía a la presencia de trastorno mental y su efecto en la
imputabilidad) sino que su pena se agrava y, en el caso de los EEUU, este
agravamiento podía conducir a la pena de
muerte. Las razones que alegaba el Dr. Edens para fundamentar esta realidad jurídico-penal
es que el diagnostico de Psicopatía comporta dos elementos asociados: es un
trastorno crónico e incurable (ningún tratamiento parece ser eficaz) y además
es totalmente predecible la reincidencia delictiva futura y grave por el alto
riesgo de violencia que comporta este trastorno de personalidad. Con estos
elementos asociados al diagnóstico, la lectura por parte de los jueces de los
informes forenses era paradójica ya que esta valoración se convertía en un
componente de agravación de la pena. Esta opinión nos resulto chocante ya que
en nuestro entorno profesional se considera que este diagnóstico, precisamente,
podía suponer una sentencia modulada por la presencia de un trastorno
psicológico.
Hoy
mismo se publica en la revista Science (DOI: 10.1126/science.1219569 ) un estudio que confirma las
palabras del Dr. Edens, ya que se demuestra como el diagnostico forense de
psicopatía es motivo de que las sentencias de los jueces estén agravadas,
especialmente sino vienen acompañadas de un diagnóstico de lesiones
neurológicas o alteraciones genéticas que acompañen al peritaje del acusado. El
estudio que se publica en Science ha sido realizado entrevistando -
garantizando el anonimato - a 181 jueces de 19 estados de EEUU, a partir de un
caso real de robo con violencia grave realizado en un establecimiento
comercial. Los jueces fueron divididos en cuatro grupos. Todos los grupos recibieron
toda la documentación pericial acerca del diagnóstico firme de psicopatía del
encausado. Solamente dos grupos recibieron, además, información de tipo
neurológico y genético que se habían detectado en el encausado. A su vez los dos
grupos de jueces mencionados se dividieron en dos, que recibieron información
que justificaba la necesidad de reducir la sentencia o de agravarla. Los jueces que recibieron la información de
la presencia de factores biológicos impusieron una condena promediada de 12,83
años mientras que los que no recibieron información de tipo biológico
impusieron una condena promediada de 13,93 años. En general la condena “tipo” que se aplica en
este tipo de delitos de “robo con
violencia” es de aproximadamente 9 años. Por tanto dos conclusiones importantes
del estudio: a) la presencia de psicopatía agrava la sentencia y b) cuando hay
mecanismos biológicos que supuestamente son la causa del trastorno la sentencia
se modifica a la baja.
Según dice el estudio, a partir de la opinión expresada
por los jueces, la razón de este agravamiento es que la presencia de causas
biológicas se asocia a la falta de “responsabilidad criminal” porque afecta al
libre albedrío del culpable del delito. En palabras del primer autor del
trabajo: “el diagnóstico de psicopatía agrava la sentencia y a su vez también,
la presencia de factores causales biológicos, la mitiga, ambas cosas pasan a la
vez”. Todavía no está todo dicho sobre la Psicopatía.